Como cada mes de Diciembre para celebrar la fiesta de la expectación,
la Hermandad de la Macarena se prepara para ese singular acontecimiento. La
Santísima Virgen desciende de su camarín
para ser venerada por sus hijos, fieles y devotos de la ciudad de Sevilla en devoto
besamanos. En esta ocasión se abrieron las Puertas del cielo completamente
restauradas para mostrarnos a la Virgen de la Esperanza como preludio del nacimiento del Cristo.
Tras Ella, la embocadura exterior del camarín flanqueado por
las credencias de plata sirviendo de soporte de candeleros y jarras con tulipanes
blancos, margaritas y nardos. El presbiterio aparecía revestido con un gran
telón rojo de terciopelo burdeos rematado con una cornisa configurada con los respiraderos
y el moldurón de plata del paso de palio de Nuestra Señora de la Esperanza,
sobre ellos un exorno floral compuesto por claveles, nardos, rosas blancas y
liliums.
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